Se asoma el fin de un ciclo en la Vinotinto
Lo de este sábado por noche fue un golpe fulminante.
Un gancho directo a la mandíbula que envió a la selección venezolana directo a la lona, sin ninguna oportunidad de levantarse.
Quedar eliminados en primera ronda, cuando se llevó un equipo para quedar campeón, representa una decepción enorme.
La bochornosa actuación de la delegación nacional en el tercer Clásico Mundial del Beisbol deja, además de mucha impotencia, un mensaje claro: debe haber un cambio urgente e inmediato en la dirigencia de la selección.
El cargo de Luis Sojo como mánager seguramente será evaluado. Ya son tres Clásicos sin lograr nada; de hecho, fue cuestionable su designación para este evento, por los descalabros pasados. Para nadie es un secreto la buena relación entre el petareño y Edwin Zerpa, presidente de la Federación Venezolana de Beisbol, pero eso no debe influir para que Sojo continúe.
De por sí, el propio técnico asomó la posibilidad de dar un paso al costado durante al rueda de prensa tras la dura derrota.
“La palabra renunciar no está en mi diccionario. Son otros los que deben decidir mi continuidad, pero de mi cuerpo técnico podría salir un buen mánager”, comentó Sojo.
Pero la responsabilidad no recae solamente en el piloto.
Todo el Comité Organizador debe ser replanteado.
Es cierto que los jugadores que llevó la selección eran los fijos para cualquier grupo organizador, pero cuando ocurren debacles deportivas de este tipo las primeras cabezas que ruedan son las de los dirigentes.
De igual forma, todo el cuerpo técnico debe pasar por un proceso de evaluación.
En cuanto a los jugadores, no debe haber mayor cambio. Siempre serán los mejores quienes acudan a representar al país, pero sería importante que la selección cuente con alguien que los motive, como un psicólogo, por ejemplo.