Madrid-Barça: CR7 12-11 Messi

02.03.2013 07:33

 

Ya está todo dicho de Cristiano y Messi. De su juego, su aura, su capacidad goleadora, su rivalidad, su dominio del fútbol mundial... Todo. Las palabras llenas y vacías, razonadas y viscerales sobre su comparación ahogan al aficionado y llenan de letras y datos su cabeza hasta el hecho de olvidarse de lo importante: verles jugar y disfrutar.

Porque cada enfrentamiento entre los dos mejores jugadores del mundo, análisis concienzudos aparte, es una ocasión de disfrute, de observar a dos jugadores dotados de un don que sólo tiene un puñado de estrellas del deporte, de sentarse en el estadio y frente a la tele y acabar con la boca abierta y aplaudiendo.
Igualdad extrema

Y así ha sido desde que Cristiano aterrizase en la Liga para comenzar una rivalidad digna del mejor cómic de Marvel. Y en esta ocasión, por primera vez, el superhéroe blanco llega por encima del crack argentino.

A la ventaja de Messi en sus primeros partidos le siguió la igualdad. Sus últimos enfrentamientos habían estado precedidos de un marcaje insano. A cada movimiento de uno, respondía el otro. A cada chut, cada gol, cada celebración de uno de ellos, era rápidamente contestada por su némesis, como en un baile perpetuo en el que se medían dos fuerzas enormes pero parejas, una lucha por desequilibrar un empate condenado a perpetuidad antes de nacer el partido.

Cristiano toma ventaja
Sin embargo, el último Clásico ha servido para ver a Cristiano Ronaldo coronado por encima de Leo Messi. El momento de forma del argentino no es el mejor. Aunque su calidad no se ve mermada ni por un segundo, los altibajos típicos de la temporada le han golpeado y le han llevado a un terreno desconocido para él desde hace tiempo. Un solo escalón por encima del resto.

El que sigue en la nube y cada vez más alto es Cristiano. El luso ha marcado 12 goles al Barcelona desde que viste la camiseta blanca. En el mismo tiempo, Messi le ha hecho 11 al Madrid. Resultados similares, pero con trampa.

Los últimos partidos del portugués contra el Barcelona demuestran que le tiene tomada la medida al equipo culé. Ha marcado ocho goles en sus últimos seis partidos tras la línea enemiga, que le han servido al Madrid para hacerse con la Supercopa y para alcanzar la final de Copa el pasado martes.

La pelea amenaza con eternizarse y recrudecerse. Mejor para el fútbol.